07 mayo 2018

¿La tecnología será capaz de acabar con la humanidad?

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El transhumanismo es un movimiento que modifica la condición humana mediante dispositivos tecnológicos incorporados en los individuos, quienes reciben el nombre de ciborgs. El fin único es mejorar las capacidades humanas, tanto a nivel físico como intelectual.

 

La definición de ciborgs los califica como seres humanos, pero ¿son realmente humanos? Sus aptitudes quedan alteradas con la incorporación del dispositivo tecnológico, de forma que ha experimentado cambios programados. Hablamos entonces de evolución tecnológica y no biológica. La genética se mantiene intacta pero las capacidades sí han cambiado y es que no es una forma de modificar la condición humana de forma irreversible puesto que no hay alteraciones sino cambios que potencian las competencias de una persona.

 

Las nuevas tecnologías cambian las posibilidades, se tiende a la superinteligencia, a lograr el mayor potencial… ¿humano? Nos enfrentamos a una realidad en la que la humanidad se vería representada por dos grupos claramente diferenciados: aquellos que son mejorados por la tecnología y los que mantienen las capacidades innatas y las desarrollan a un ritmo que, hasta ahora, conocíamos y podríamos establecer dentro de unos parámetros.

 

El transhumanismo pasa por ceder el control de la evolución a los hombres. Que cada uno sea capaz de decidir las condiciones naturales que quiere mejorar sobre su persona o sobre otros. Se produciría una automatización de las personas que daría lugar a seres más avanzados que otros. Pero, ¿cuáles son las consecuencias?

 

Se presenta ante nosotros un panorama en el que la inteligencia artificial supera a la humana y cuestionamos, entonces, si la tecnología puede provocar un progreso ilimitado. ¿Hasta dónde puede llegar el ser humano con la tecnología? ¿Qué se espera del transhumanismo? Quizás se busque la inteligencia plena o un rápido y correcto desarrollo de todas las capacidades personales a un nivel óptimo. Pero, ¿se pretende lograr la inmortalidad? Si no existe la posibilidad de realizar modificaciones genéticas sino solo implantar dispositivos que mejoren la condición humana, es posible que este objetivo quede aparcado hasta nuevos descubrimientos.

 

Mientras llega este momento, ya hay quien trata de poner en práctica el transhumanismo. Elon Musk, conocido por ser el fundador de Tesla, ha creado la empresa Neuralink que persigue potenciar las capacidades cognitivas humanas y, a su vez, la modificación de enfermedades cerebrales mediante la implantación de electrodos dentro del cerebro.

 

Resultado de imagen de Neil Harbisson

 

Neil Harbisson, por su parte, es un ciborg que, mediante un chip implantado en el cráneo, detecta colores. Hasta el momento, Harbisson no reconocía los colores porque el monocromatismo que padece le hacía ver en blanco y negro y, ahora, la antena que lleva en la cabeza vibra creando sonidos en función del color que identifique.

 

Carlos Viera, 

Director del Máster en Marketing digital en EUDE Business School 

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